por Byron Villacís
La digitalización de la estadística, las redes sociales y el periodismo de datos ha provocado un espejismo sobre nuestra historia. Hoy en día tendemos a olvidar que las fuentes de información tradicionalmente están afectadas por la heterogeneidad en la calidad y cantidad de datos generados por las herramientas de medición social.
Analicemos el caso de los censos de población. No es lo mismo un país que tiene una historia de 15 censos versus un país con 5 censos. Con esto no me refiero exclusivamente a la cantidad de datos acumulados en sentido lineal, sino a la ventaja que representa tener conocimiento acumulado exponencialmente gracias a estas experiencias. Cuando un país ejecuta un censo no solo acumula datos, acumula aprendizajes institucionales, lecciones conceptuales, prácticas logísticas y –sobre todo– comprensión de sus complejidades cambiantes.
A eso denomino disparidad censal: a la diferencia que existe entre países debido a sus experiencias censales no solo en un sentido aritmético, sino además, a las ventajas o desventajas acumuladas exponencialmente como consecuencia de esas experiencias. Una sociedad con más censos no solo tiene más datos, tiene mayor capital estadístico. Este capital le permite reconocerse mejor y –a su vez– potenciar el aprovechamiento de otros capitales, como el económico, el geográfico y demográfico*.
Esta disparidad esta estrechamente relacionada con al menos tres factores: (1) el año de realización del primer censo de población, (2) la disciplina en realizar el censo cada diez años y, (3) el continuo mejoramiento del operativo en términos conceptuales, participativos y tecnológicos. En este texto muestro algunos datos comparativos que permiten dimensionar tentativamente esta disparidad, concentrándome en nuestra Latinoamérica.
La región empezó a producir censos alrededor de 1850. A partir de entonces 19 países latinoamericanos han realizado en promedio 9 censos poblacionales**. Los países que más censos han ejecutado son Chile, Cuba y México con un promedio de 14 experiencias censales. Los países que menos censos han realizado son Paraguay, El Salvador y Bolivia, todos con 6 experiencias censales. Al asociar esta información con la extensión geográfica de cada país se evidencia la existencia de dos grupos de países: (1) los geográficamente pequeños y, (2) los medianos y grandes. En el primer grupo existe una relación negativa entre el número de censos y la extensión geográfica; es decir, los países más pequeños de este grupo han tenido más experiencias censales. En el segundo grupo (países medianos y grandes en términos geográficos) la relación no es tan determinante.
Cuando analizamos la asociación entre experiencias censales y la densidad poblacional no existe una relación determinante ni agrupaciones de países. Los países de la región con mayor densidad poblacional son República Dominicana y El Salvador, los de menor densidad poblacional son Argentina y Bolivia. En otras palabras, el conocimiento histórico censal no es mayor en poblaciones más densas. El gráfico No. 2 permite visualizar esta relación.
Tanto el gráfico No. 1 como el No. 2 permiten además analizar la relación que existe entre las experiencias censales y el tamaño relativo de población, lo que evidencia que los países con mayores experiencias censales no son los más poblados. Finalmente, veamos las diferencias que existen en el año aproximado de realización del primer censo dentro y fuera de Latinoamérica. La gráfica No. 3 visualiza esta información constando qué países de la región estuvieron más cerca de la tendencia mundial.
Estas disparidades proporcionan un primer dimensionamiento de la heterogeneidad de capital estadístico que existe dentro y fuera de Latinoamérica. A su vez, permiten entender que, si bien la gran mayoría de países hoy en día producen estadísticas de forma relativamente sistemática, las comparaciones en el presente no reflejan la historia acumulada que termina afectando el conocimiento social.
Con estas aproximaciones intento provocar al menos dos preguntas: (1) tanto usuarios iniciales como avanzados deben considerar estos elementos antes de realizar comparaciones simplificantes y, (2) los países de nuestra región tienen desventajas acumuladas en términos de disparidad censal, lo que significa que deben hacer esfuerzos más allá lo normal para tan solo igualar la situación de países con mayor capital estadístico. A su vez, esto significa que la inversión en estadística pública y la colaboración intraregional no solo que es justificada, es además urgente.
Byron Villacís
Abril, 2019
* Expando la noción de capitales propuesta inicialmente por Bourdieu (1986).
** El número de censos y el año de la primera experiencia censal pueden variar de acuerdo a definiciones censales y territoriales de cada país. Aquí se presenta una primera aproximación tentativa de acuerdo a estándares comparables pero que podrían diferir de acuerdo a definiciones propias. Adicionalmente aquí se hace una referencia al período “proto – estadístico” de acuerdo a la definición de Sanchez-Albornoz (1974) que empieza en los años (1775-1880). Por lo tanto no se incluyen referencias del período pre – estadístico (1555-1774).
Referencias
- Bourdieu, P. (1986) The forms of capital. In J. Richardson (Ed.) Handbook of Theory and Research for the Sociology of Education (New York, Greenwood), 241-258.
- Sánchez-Albornoz, N. (1994). La población de América Latina, desde los tiempos precolombinos al año 2000. Madrid: Alianza Editorial.