Por Nicolás Sacco
En un comunicado de prensa reciente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) denunció ante la justicia manipulación en el censo 2010. El presunto delito radica en la supuesta réplica de registros de personas en la base de datos definitiva del Censo 2010, hasta el momento, de unas 400.000 personas, que implica aproximadamente el 1% de la población definitiva informada.
La situación de la producción de estadísticas públicas es de fundamental relevancia en la coyuntura política de Argentina. Por ejemplo, en una reciente entrevista el actual presidente Macri se refirió a la situación institucional del INDEC como “el peor o una de las peores” realidades con la cual tuvo que lidiar su gobierno desde que entró en funciones.
A raíz de este hecho y dado el clima institucional que se vivió en el INDEC durante, al menos, los últimos diez años, diversas voces se alzaron impugnado el proceso censal (una búsqueda por Twitter con las palabras clave @censos e #INDEC lo acredita, sobre todo el día de salida de la gacetilla de prensa y su réplica en distintos medios de comunicación -15-7-2016 y siguientes).
En este post se hace una lectura de esta situación, teniendo en cuenta parte de los procesos de producción de información estadística haciendo uso de algunas de las ideas elaboradas por Emigh et. al (2016) , que remiten al análisis de la interacción entre el estado y la sociedad en la producción censal.
Fuente: Emight et. al (2016).