5 cosas que hay que saber acerca de los clasificadores de ocupación: el caso de los cuatro últimos censos de población de la Argentina

por Nicolás Sacco, OLAC

  1. Los sistemas clasificatorios de ocupaciones son herramientas que permiten organizar empleos en grupos pre-definidos en función de las tareas de cada empleo. Estos clasificadores representan una serie de códigos correspondientes a la variable “ocupación”, responsable de describir las diferentes tareas de los empleos (OIT, 2010).
    • La ocupación se refiere al tipo de oficio realizado en el trabajo por una persona empleada o al tipo de oficio realizado anteriormente si la persona está desempleada sin importar la industria o la posición ocupacional en el que la persona esté clasificada.
    • El tipo de oficio se describe por las principales tareas y obligaciones del oficio (ONU-OIT, 2010).

  1. Para facilitar comparaciones, las recomendaciones internacionales sugieren utilizar la clasificación de ocupaciones de acuerdo a normas de clasificación nacionales que puedan establecer su homologación con la última revisión de la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO) (OIT, 2008) mediante una doble codificación o mediante una correspondencia de los grupos detallados de la clasificación nacional con los de la CIUO (ONU-OIT, 2010, pp. 179-180). ONU-OIT señalan que

“los países deberían codificar los datos ocupacionales que hayan reunido al nivel más bajo posible que apoye la información recibida. Para facilitar una codificación detallada y exacta, seria útil que en el cuestionario se preguntara el titulo ocupacional de cada persona activa y se pidiera una breve descripción de las tareas y funciones realizadas en el empleo” (pp. 179-180).

  1. En Argentina, el código ocupacional OMUECE empleado en el censo de 1960 era compatible a nivel de cuatro dígitos con el elaborado por la OIT, la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO) en su versión de 1958; en el censo de 1970 se utilizó a la CIUO-1968 a nivel de tres dígitos mientras que el Código de Ocupaciones utilizado en el censo de población de 1980 (CEN-80) permitía homologar sus códigos a nivel de 1 dígito con la CIUO-1968.
  1. Entre 1980 y 1991 se propusieron procedimientos clasificatorios alternativos de codificación de las ocupaciones en los censos llevados a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Siguiendo las recomendaciones internacionales, se introdujeron modificaciones a la metodología utilizada en el CEN-80 para la codificación de ocupaciones[i] en 1991.
    • Una vez actualizando el sistema clasificatorio, la versión a 3 dígitos aplicada tanto en la encuesta de hogares y empleo (EPH) como en el censo de 1991 (CEN-91), los empalmes con la CIUO fueron sólo posibles a nivel del dígito 2.
    • A raíz de estos cambios se dieron importantes discusiones sobre la conveniencia de modificar o no las clasificaciones estadísticas, a los que Otero caracterizó de “contradicción, en algún punto insoluble, entre la mutabilidad de lo real y el poder de captación de las nomenclaturas” (2006: 35)[ii].
    • Dados estos cambios, a pesar de la menor comparabilidad internacional a mayores niveles de desagregación con el CNO se contó por primera vez en la historia del Sistema Estadístico Nacional con el mismo sistema clasificatorio de las ocupaciones en tres relevamientos censales sucesivos y en la encuesta de hogares y empleo[iii].
  1. Sin embargo, en el último censo de 2010 sólo se computó el nombre de la ocupación, sin preguntar por la tarea, lo que supuso codificar información sólo al nivel de 1 dígito del CNO -Tabla 1- produciendo no solo una ruptura de la serie comenzada en 1991 a mayores niveles de desagregación sino también pérdida de información con respecto a los relevamientos previos.

Tabla 1. Sistemas clasificatorios de la Ocupación por censos. Argentina, 1980-2010

Censo

CEN-80 CEN-91 CEN-01 CEN-10

Sistema clasificatorio

Clasificador CEN-80 y CIUO-1968 Clasificador Nacional de Ocupaciones 1991 Clasificador Nacional de Ocupaciones 2001 Clasificador Nacional de Ocupaciones 2001

Cantidad de dígitos

1 3 5

1

Concepto relevado Carácter/ Calificación Carácter/ Jerarquía/ Calificación Carácter/ Jerarquía/ Tecnología/ Calificación

Carácter

Fuente: elaboración propia en base a censos nacionales de población.

Las razones aducidas para reducir el nivel de apertura y preguntar sólo por nombre de la ocupación y no por las tareas, se debieron, aparentemente, a: i) el alto nivel de error de captación de la tarea; ii) la poca oportunidad de los datos respectivos a la tarea (es decir, poca utilización), razones que pueden resumirse en altos costos de codificación y procesamiento. Si se comparan los costos de las dos rondas censales anteriores, realizadas bajo un periodo de políticas de ajuste económico, cabe preguntarse: ¿por qué reducir la inversión en un contexto social, económico y político muy diferente al de los dos censos previos, sobre todo considerando las amplias ganancias de productividad que las nuevas tecnologías de la información ofrecen?

Además de contar personas en un territorio, ¿debe un censo medir variables adicionales al sexo y la edad?; es decir, ¿le incumbe además incursionar en temáticas (y su mutua vinculación) tales como salud, educación, mortalidad, fecundidad, bienes de consumo, población afrodescendiente, pueblos indígenas, entre muchas otras, además del empadronamiento?

¿Cuál es el límite para decidir qué preguntas entran y cuáles no? ¿Se trata de un tema netamente presupuestario? ¿Debemos dejar a las encuestas específicas que brinden información pormenorizada a los usuarios sobre algunos temas, tales como la fuerza de trabajo o el sistema de salud? ¿Debe predominar la lógica de la racionalización estatal, una lógica orientada hacia las políticas públicas o una lógica dirigida a usuarios para la toma de estas decisiones?

Al evaluar la información relativa a las ocupaciones en los últimos censos nacionales de población y las bondades de construcción de series, se advierte un panorama muy pobre de oferta estadística, dado los pocos niveles de apertura de la información disponibles en el último censo.

Bibliografía

ELIZALDE, M. L. (1987). «Un desafío para el censo de 1990: ¿qué hacer con las ocupaciones?». En: INDEC (ed.) Los censos del 90. Características económicas de la población. INDEC, Buenos Aires.

— (1993). «La información estadística de ocupaciones: Una línea de investigación en la construcción de datos primarios». Estudios del Trabajo, 5.

ELIZALDE, M. L., ALAZRAQUI, J. y CRENZEL, E. (1994). Clasificador nacional de ocupaciones : antecedentes, caracteristicas y perspectivas, INDEC, Buenos Aires.

OIT. 2010. Sitio web de la CIUO [Online]. Organización Internacional del Trabajo. Disponible en: http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/isco/ [Consultado 1/02/2016 2016].

OTERO, H. (2006). Estadística y nación: una historia conceptual del pensamiento censal de la Argentina moderna, 1869-1914, Prometeo Libros, Ciudad de Buenos Aires.

TESTA, J. (1987). «De los deseable a los posible en el tratamiento censal de las categorías ocupacionales. La temática de las calificaciones». En: INDEC (ed.) Los censos del 90. Características económicas de la población. INDEC, Buenos Aires.

TORRADO, S. (1993a). «El ‘Clasificador Nacional de Ocupaciones’ (CNO-91). Crítica de la razón autoritaria». Estudios del Trabajo, 6.

— (1993b). «El nuevo ‘Clasificador Nacional de Ocupaciones del INDEC: una fractura irreparable en el sistema estadístico nacional». Estudios del Trabajo, 5.


[i] El Clasificador Nacional de Ocupaciones (CNO) fue elaborado por el INDEC reactualizando el Código de Ocupaciones que se venía utilizando en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), cuyas distintas versiones (con mayores niveles de agregación) iban siendo utilizadas desde la aplicación de la encuesta, a principios de la década del setenta (Elizalde et al., 1994). De esta forma, desde el censo de 1991 (CEN-91) se aplicó el CNO sucesivamente en los censos de 2001 (CEN-01) y 2010 (CEN-10), en distintas versiones y a distintos niveles de apertura (Elizalde, 1987, Testa, 1987).

[ii] En esa serie de debates, uno de los principales argumentos de Torrado (1993b) fue que en el CNO-91 las tareas que relevó el censo no fueron codificadas, perdiéndose de esta forma el dato sobre la ocupación. El contraargumento del equipo encargado de elaborar el CNO (Elizalde, 1993) era que ningún sistema clasificatorio admitía contar con el dato sobre la ocupación recogido por el censo sino que todos permiten reemplazarlo por la denominación del subgrupo al nivel menor de agregación en el que es clasificada. Torrado objetaba que la aplicación del CNO-91 producía una ruptura de comparabilidad con los nomencladores nacionales precedentes y con los nomencladores internacionales. A su vez, que el CNO requería para su codificación de información adicional a la ocupación.

[iii] Sin embargo esta “ventaja”, los censos expusieron sus límites a la captación de la complejidad del mercado de trabajo durante la crisis política y económica de 2001. El CEN-01 mostró serias limitaciones en su capacidad para medir la condición de actividad, afectando todas las variables relativas a las características económicas.

4 comentarios en “5 cosas que hay que saber acerca de los clasificadores de ocupación: el caso de los cuatro últimos censos de población de la Argentina

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  2. Nicolás: el cnphyv 2010 se codificó a 2 dígitos (primero y segundo). El 2001 se codificó a 5 dígitos pero actualmente en la web se encuentra la variable del carácter ocupacional (con las mismas categorías del censo 2010, es decir, agregado a dos dígitos) y la variable de calificación de la ocupación. ¿Para qué querrías codificar a 5 dígitos si además después resulta una cantidad de información difícil de procesar?

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    • Muchas gracias por el comentario. Es cierto, en rigor el cnphyv se codificó con los dígitos 1 y en algunos casos con 2 del CNO. Ambos refieren al mismo concepto, carácter de la ocupación, por eso para simplificar menciono que es 1 un dígito. No son más que una denominación y agregan muy poca información sobre las características de las ocupaciones. ¿Qué utilidad tiene saber solamente el nombre de la ocupación, sin poder conocer la tarea, la calificación, etc? Más allá de la cantidad de dígitos, lo relevante es el concepto que miden y el censo 2010 se codificó un concepto que de utilidad tiene poco y nada para estudiar los mercados de trabajo o para cualquier otro tipo de investigación que utilice datos censales codificados de este modo. Por ejemplo, si tomo el código 40 «OCUPACIONES DE LA SALUD Y SANIDAD», desde mi punto de vista son muy distintas las características sociales, económicas o culturales, de un *bioquímico* (calificación profesional), que de un *ayudante de tareas generales de pedicuría* (no calificado), ambos agrupados bajo el mismo carácter.

      En momento alguno menciono codificar a 5 dígitos: al utilizar recursos para codificar ocupaciones en los censos, como usuario al menos espero que tengan un mínimo de utilidad para analizar la realidad social. El CNO aplicado en censo 2010 no lo tiene. Más allá de la cantidad de dígitos, lo importante es la información que los productores les ofrecen a los usuarios: el censo de 1980 se codificó a un sólo dígito pero la información que ofrece es muchísimo más rica. En otro post: https://observatoriocensal.org/2016/02/24/desigualdad-social-y-censos-de-poblacion-en-busqueda-de-una-relacion-relegada/ y un artículo, http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2545-77562016000100003 se vuelven a tocar algunas de estas cuestiones.

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  3. Es que el problema en ese caso es el clasificador nacional y la complejidad de las preguntas que requiere para una clasificación exhaustiva en los operativos. Sinceramente, gastar semejante cantidad de recursos para relevar información que luego se descartará por inutilizable (nunca ningún censo codificó y publicó los códigos completos del CNO desde su instauración en el Censo de 1991) es al menos polémico. Es necesario e imperioso que la argentina adopte el clasificador internacional o una adaptación -y no una creación extravagante de unos pocos iluminados como es el actual- porque, además de que es más barato, la ocupación del bioquímico tiene un código y el ayudante de tareas generales de pedicuría tiene otro, independientemente de la rama en la que trabaje y de la posición en las relaciones de producción en la que se encuentre.

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