Los censos y los migrantes en el siglo XXI

por B. Piedad Urdinola

Las Américas, en su conjunto, se caracterizan actualmente por tener una amplia movilidad dentro de sí misma y hacia otros continentes, en particular hacia Europa, probablemente por razones colonialistas y la herencia europea que nos acercan más. Las oleadas migratorias de las últimas tres décadas dentro de las Américas se explican en gran parte por razones económicas que, en muchos casos, coinciden con situaciones políticas o sociales que generan migraciones desde el Sur y Meso América hacia Norte América. El interés por estudiar estos patrones generó dos de las propuestas de cruces de información censal más importantes, desde mi punto de vista, en Latino América: Base de Datos de Migración Interna en América Latina y el Caribe – MIALC y la Investigación de la Migración Internacional en Latinoamérica – IMILA. Ambos proyectos, casi quijotescos, surgen de la necesidad de conocer los patrones migratorios al interior de cada país Latinoamericano y la migración entre los países de la región. Las bases explotan las historias de migración reciente y de largo plazo registrada en los censos de los otros países y el propio, pues al contener cada censo la información de lugar de nacimiento y de residencia, estos cruces se hacen posibles a nivel censal, sin depender de muestras (Vignoli, 2004)[1]. Sigue leyendo