La pandemia y los censos de cuatro sistemas estadísticos

Byron Villacís

La pandemia dejó un escenario de incertidumbre para los sistemas estadísticos latinoamericanos; las suertes y destinos se configuran distintas, sus debilitamientos o fortalecimientos han dependido –predeciblemente– de contextos y fuerzas locales. El problema de este escenario es que el arribo de la pandemia no tomó a los sistemas estadísticos en un momento cualquiera, lo hizo justo en el más delicado: en plena ronda censal, cuando los institutos estaban ejecutando o planificando sus censos poblacionales versión 2020. Es por esta razón que, enfatizar en la necesidad de analizar países por separado, se vuelve urgente y necesario. Cito en este corto post una breve interpretación de la situación de cuatro sistemas estadísticos en relación a su censo de población con suertes distintas para resaltar –como argumento central– la exigencia de particularizar análisis antes de entender la realidad latinoamericana como un conjunto promediable y superficialmente comparable.

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Los efectos de la pandemia en el censo de población ecuatoriano

Por Byron Villacís 1

La pandemia del COVID-19 causó daños incuestionables en la producción de estadística pública a nivel internacional. En el caso ecuatoriano, la pandemia recrudeció el desmejoramiento que venía padeciendo2, afectando además, a la operación estadística más delicada de todas: el censo de población. En este post argumento que la ejecución del censo de población en Ecuador –de acuerdo al planteamiento vigente– tendrá severos problemas de calidad y cobertura debido a estos impactos. El más importante es el desfase que existirá entre el preconteo poblacional ejecutado en la etapa denominada “precenso” y el desplazamiento y mortalidad de subpoblaciones en plena ejecución de esta etapa.


En términos muy breves –y pensando en una audiencia no especializada– en la actualización cartográfica se reconstruyen los mapas que registran las viviendas en todo el Ecuador3. Usualmente este proceso es complementado con insumos de información geográfica referenciada; sin embargo, en esencia, al censo lo que le sirve son las viviendas actualizadas en un mapa (por esta y por otras razones el censo se denomina censo de población y de vivienda)4. Estos mapas serán posteriormente utilizados para “empadronar” en el día del censo. Adicionalmente, y esto es muy importante entender, los mapas de la actualización cartográfica son parte de los insumos para el diseño del marco muestral de las encuestas a hogares para los próximos 10 años. Es decir, un desfase o sesgo en esta etapa afecta toda una década de producción estadística, no solo censal sino de cada encuesta, pública y privada, que usa como referencia el marco muestral del INEC. Uno de los detalles relevantes de este proceso es que al actualizar la cartografía se realiza un conteo de población, por eso el nombre de “pre-censo”: porque al momento de recorrer el país y actualizar los mapas, al fin y al cabo, se esta ejecutando un censo, pero de una forma más lenta y con otros resguardos metodológicos.

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10 razones para suspender el Censo de Población del 2020

Byron Villacís*

 

El INEC de Ecuador tiene pensado ejecutar el Censo de Población y Vivienda en Noviembre del 2020. A pesar de sugerencias de actualizar la metodología, decidió realizar el censo de hecho, lo que implica levantar la mayoría de la información en un solo día, paralizando al país y concentrando el riesgo. Este proceso implica la concatenación de cientos de tareas complejas que requieren altísimo nivel de coordinación, transparencia y sobriedad en el gasto. Aquí desgloso 10 razones por las que considero que, bajo la coyuntura actual, el operativo se debe suspender.

  1. Porque, debido a la pandemia del COVID-19, los procesos de planificación serán trastocados severamente, haciendo que los preparativos logísticos no alcance al día 0.
  2. Porque la metodología que escogió el INEC, a pesar de haberle sugerido cambiar a una que disperse el riesgo en varias fechas, concentra la tensión del censo en un solo día; haciendo que los cronogramas sean muy difíciles de cumplir bajo el escenario actual de incertidumbre.
  3. Porque la pandemia del COVID-19 podría modificar la estructura y distribución de viviendas en el país. No solo durante la pandemia, sino además, muchos hogares podrían cambiar de composición de acuerdo a la dinámica relacionada a los adultos mayores después de la pandemia, lo que pone en tela de duda la validez de la actualización cartográfica ya realizada.
  4. Porque la pandemia del COVID-19 podría modificar la estructura de mortalidad por edades, haciendo que existan mayores diferencias entre los resultados de la actualización cartográfica, proyecciones y los supuestos del censo.
  5. Porque el presupuesto a utilizarse en el censo debe ser reubicado a la cartera de salud debido a la emergencia de la pandemia.
  6. Porque la pandemia modificará la estructura económica del país, lo que obliga a tener datos que reflejen esa modificación. Hacer un censo en plena pandemia no generará resultados que permitan entender qué pasó con las estructuras después del pico del fenómeno.
  7. Porque continuar con los procedimientos bajo las fechas estipuladas implicaría que apenas se terminen las restricciones de movilidad, los equipos de campo regresen a trabajar. Sin embargo, esto no significa que los equipos estén libres de riesgo de contagio, mas bien los expondría aún más. Cabe recordar que el día del censo y, bajo la metodología que insiste mantener el INEC, se deberían utilizar cientos de miles de estudiantes muchos de ellos menores de edad. ¿Los padres estarán dispuestos a autorizar a sus hijos a trabajar en un escenario como el actual?
  8. Porque el momento que uno de los cientos de miles de integrantes de los equipos operativos sea contagiado tendrán que detener –por precaución– el trabajo de cantidades significativas de personas pertenecientes a su respectivo equipo, demorando los procesos administrativos severamente.
  9. Porque la calidad de las respuestas de ciertas preguntas requieren mejor interacción entre los empadronadores y las condiciones físicas de la vivienda de los censados. En las condiciones actuales de pandemia esa constatación será más dificultosa, haciendo que la calidad de las respuestas disminuya (Por ejemplo para que la calidad de ciertas preguntas aumente el empadronador debe estar dentro de la vivienda. Bajo el escenario de una pandemia solo una proporción de hogares dejarán entrar a los empadronadores a la vivienda).
  10. Porque el éxito del censo depende en gran medida del apoyo de fuerzas de seguridad, militares y policiales. En una situación de pandemia estas fuerzas no van a estar 100% concentradas en el censo; o, en el mejor de los escenarios, estarán debilitadas después del ejercicio de defender a la población de la pandemia.

 

 

*Las opiniones aquí vertidas representan al autor y no necesariamente a la opinión de OLAC.

¿El último censo en Ecuador será en 2020?

Según una nota aparecida en el Diario El Comercio.com de Ecuador, el director del Insimages (2)tituto Ecuatoriano de Estadística y Censos afirmó que el censo 2020 es el último que se realizará en el país. Según él y de acuerdo a lo que afirma el diario el incremento del costo por persona del operativo censal es la razón principal para cambiar la metodología de papel por una digital. Sigue leyendo