por: B. Piedad Urdinola
Nadie duda de las bondades de los censos de población y de su necesidad para el diseño de políticas públicas, que cubran al total de los habitantes de un país incluyendo, por supuesto, a minorías étnicas, grupos de edad sin representantes políticos, minorías religiosas o raciales. Tampoco se pone en duda la excelente labor que realizan la gran mayoría de los institutos oficiales de estadística encargados de llevar a cabo estos operativos, que resultan ser los más engorrosos y de mayor envergadura, dentro de todos los operativos estadísticos. Precisamente en este texto, quiero resaltar la importancia de la independencia política con la que se realizan los censos de población modernos y sobretodo el gran respeto que existe, y espero se mantenga, a la llamada confidencialidad estadística, es decir, la garantía que dan los productores de los censos de población para que sea imposible identificar individuos u hogares de ciertas características a partir del acceso a los microdatos censales o a la publicación de datos agregados.
dicadores sociais, levando em consideração as recomendações internacionais e a experiência dos institutos nacionais de estatística, o IBGE lança a publicação
así como también en el pre-evento. Además de la presentación de ponencias y la coordinación de mesas se organizó una Mesa Redonda sobre Censos de Población, con especial énfasis en el 2020, año censal. Con un concurrido público, fue coordinada por Nicolás Sacco y organizada junto a Gabriel Borges y Mathías Nathan, con la participación de miembros del CELADE, UNFPA, IBGE, la Universidad de California, Berkeley y el ENCE-IBGE.
de Población de las Naciones Unidas y el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística – IBGE , en Río de Janeiro.